Pocos asuntos hay tan importantes en nuestra vida como la elección de una casa para vivir. Y según las últimas encuestas realizadas, casi un 90% de los habitantes prefiere comprar una vivienda en lugar de alquilarla, especialmente si se tiene intención de formar una familia. En la entrada de hoy vamos a mostrar algunos consejos que deberías tener en cuenta si quieres adquirir una propiedad de segunda mano.
Cálculos iniciales
Por norma general, ya habrás hecho todos los cálculos necesarios para saber de qué dinero dispones y cuánto necesitas para solicitar una hipoteca. En los inmuebles nuevos, sobre todo si están sobre plano, podemos encontrar con una serie de facilidades de pago, como entradas del 10% o plazos acordados hasta la entrega de llaves. Sin embargo, estas condiciones favorables no están presentes en las viviendas de segunda mano, por lo que solo podrás contar con tus ahorros y el préstamo hipotecario.
Si el tema de los números no se te da muy bien, quizás sea buena idea pedir asesoramiento en distintas entidades financieras. De esta forma, podrás hacerte una idea del importe máximo que puedes alcanzar dependiendo de tus ingresos. Ten en cuenta que además del precio del inmueble tendrás que incluir las posibles reformas y los impuestos derivados de la compraventa. Se recomienda tener ahorrado aproximadamente un 30% del importe total de la operación, ya que las hipotecas no suelen sobrepasar el 80% del valor de tasación de la vivienda.
Buscando tu casa ideal
Una vez que tenemos claro el dinero disponible, podemos comenzar a buscar en nuestra zona los pisos que sean más atractivos. Además del precio, hay que mirar si incluyen trastero o plaza de garaje, que en algunos barrios se convierte más en una necesidad que un extra. Y si no se ajusta a nuestro presupuesto, siempre nos queda la posibilidad de negociar con el propietario para conseguir un descuento, algo que suele tener relación directa con el estado del inmueble.
Otros aspectos a considerar son los metros disponibles, tanto útiles como construidos, así como el tipo de calefacción o aire acondicionado, zonas comunes o el número de vecinos. No menos importante es la presencia de un ascensor, sobre todo si en nuestra familia tenemos a alguien con movilidad reducida.
Una vez que tengas la certeza de que has encontrado el piso ideal, sería buena idea que te dieras una vuelta por el barrio tanto de día como de noche. De esta forma, podrás conocer el perfil de tus vecinos y otros factores, como por ejemplo las comunicaciones o el nivel de ruido. Finalmente, lo ideal sería que un experto tasara el inmueble, ya que te facilitaría mucho las cosas de cara a una negociación.
Cuidado con las cargas adicionales
Antes de estampar tu firma en un contrato de compraventa, asegúrate de que no te llevas ninguna sorpresa inesperada. En este sentido, puedes solicitar una nota simple en el registro de la propiedad, que contiene información sobre la casa y nos indica posibles cargas, como anteriores hipotecas, embargos o recibos pendientes de la comunidad de vecinos.