En nuestro país, vender una vivienda tarda de media entre 3 y 9 meses, un periodo que si se alarga demasiado en el tiempo puede repercutir en el precio final de la operación. En la entrada de hoy vamos a mostrar una serie de consejos que serán de gran ayuda para todos aquellos que quieran vender rápidamente su casa sin renunciar a obtener un buen precio.
Ajustarse al precio real de tu propiedad
Antes de poner tu propiedad en venta, es indispensable que conozcas su precio real de mercado (PRM) y te ajustes al mismo todo lo puedas. Un inmueble atractivo desde el punto de vista económico atraerá más visitas y por tanto potenciales clientes. Hay que tener en cuenta que una de las principales armas que tenemos como vendedor es el interés de dos o más compradores, ya que nos proporciona una mejor posición en las negociaciones.
El PRM se calcula en función de la oferta inmobiliaria en tu zona, las compraventas recientes y las características de tu propiedad. De esta forma, evitamos tener un piso en venta que es mucho más caro que otro que se encuentra a menos de 100 metros.
Esta información es bastante complicada de conseguir a veces por los particulares, por lo que acudir a una agencia inmobiliaria suele ser la mejor opción, ya que además de ahorrar tiempo en las gestiones obtendremos un asesoramiento especializado que nos permitirá vender nuestra casa en un tiempo record.
Cambia el aspecto de tu casa con el Home Staging
El Home Staging comenzó en la década de los 70 del siglo pasado en Estados Unidos y se basa en decorar las viviendas para destacarlas del resto de la competencia. Hoy en día, se estima que más del 50% de las casas vendidas han solicitado este tipo de servicios, que tiene como principal característica resaltar las cualidades de tu propiedad y crear un ambiente agradable y neutro para los visitantes.
Es necesario despersonalizar las habitaciones y eliminar todos esos recuerdos que forman parte de tu vida… pero no de la del comprador. Por ello, es mejor apostar por un estilo minimalista y rehusar el exceso decorativo, utilizando colores que creen sensación de amplitud y maximizando la luminosidad natural.
En ocasiones, pequeños detalles como cambiar las cortinas, mover los muebles de sitio para despejar el paso o añadir un par de plantas en el recibidor son capaces de cambiar por completo la experiencia del futuro comprador. Y, por supuesto, evita todas aquellas cosas que pueden resultar molestas, como por ejemplo los malos olores propios de una escasa ventilación.
La primera impresión es la que cuenta
4 de cada 5 personas que visiten tu vivienda la habrán visto previamente en Internet, por lo que debes cuidar al máximo las imágenes que aparezcan. Has de entender que los interesados en comprar una casa ven cientos de imágenes al día, por lo que es indispensable que la tuya tenga algo distinto que les llame la atención.
Por lo tanto, invierte todo lo que puedas en la visibilidad de tu inmueble, comprando anuncios en portales que permitan una mayor relevancia y actualizándolos cada cierto tiempo para que siempre estén situados en las primeras posiciones.